Exquisitas Albóndigas con patatas

Primero, remoja las rebanadas de pan en la leche hasta que estén blandas. Este es un truco que usaba mi madre para darle suavidad a las albóndigas. Te aseguro que el resultado será excelente.

En un bol, mezcla la carne picada con el pan remojado, el huevo, los dientes de ajo picados, el perejil picado, sal y pimienta. La cantidad de ajo y perejil depende del gusto de cada uno, pero a mí personalmente me gusta que se note su sabor.

Haz bolitas con la mezcla de la carne y rebózalas con harina. Asegúrate de que estén bien cubiertas, pero sin exceso de harina. Es importante hacer las albóndigas de un tamaño mediano, para que se cocinen correctamente.

En una sartén con aceite de oliva, fríe las albóndigas hasta que estén doradas. No necesitan estar completamente cocidas por dentro, ya que luego se cocinarán con la salsa de patatas.

En la misma sartén, rehoga la cebolla picada hasta que esté transparente. Esta es la base para la salsa, y es importante cocinarla bien para que no sepa a crudo.

Añade las patatas peladas y cortadas en cubos del mismo tamaño. Esto asegura que se cocinen de manera uniforme y al mismo tiempo.

Después de unos minutos, añade el vino blanco para darle sabor a la salsa. Deja que el alcohol se evapore antes de añadir agua.

Incorpora las albóndigas a la sartén y cocina a fuego lento durante unos 30 minutos, o hasta que las patatas estén tiernas. Si ves que se queda sin líquido, puedes añadir agua.

Una vez listo, deja reposar unos minutos antes de servir. Las albóndigas con patatas siempre están más sabrosas si las dejas reposar un rato. Además, les da tiempo para absorber todo el sabor de la salsa.